Rosácea
Características de la Rosácea
La rosácea es una afección crónica afecta principalmente a la cara central que generalmente comienza en cualquier momento después de los 30 años como rubor o enrojecimiento en las mejillas, la nariz, el mentón o la frente que pueden aparecer y desaparecer.
Aunque la rosácea puede afectar a todos los segmentos de la población y a todos los tipos de piel, se cree que las personas de piel clara que tienden a ruborizarse o ruborizarse con facilidad corren mayor riesgo. El trastorno se diagnostica con más frecuencia en las mujeres, pero tiende a ser más grave en los hombres. En Estados Unidos está estimado que afecta a aproximadamente el 10% de la población.
La rosácea se caracteriza por el enrojecimiento facial persistente el engrosamiento de la piel y el exceso de tejido, más comúnmente en la nariz (conocido como rinofima). A menudo se desarrollan pequeñas protuberancias rojas sólidas o granos llenos de pus. En muchas personas con rosácea, se forman vasos sanguíneos pequeños prominentes y visibles. En muchos pacientes con rosácea, los ojos pueden estar irritados y aparecer llorosos o inyectados en sangre, tener sensaciones de ardor, escozor, hinchazón y sequedad.